Está situada al sur de la
Provincia de Granada, en la llamada Costa Tropical. La historia de Almuñécar,
se inicia alrededor del
1500
a.C, cuando la cultura fenicia coloniza a los antiguos
habitantes, provenientes de la cultura arganica, de
la Edad del Bronce.
Peñón de San Cristóbal
Como el alfabeto fenicio, carecía
de vocales, el nombre del asentamiento “SKS”,
siendo la pronunciación “sex”. Tras la conquista de los romanos, dado
que en el latín, el nombre de las ciudades, era el locativo, se les añadía una
“i”, siendo el nombre “sexi”, al que se añadieron “Firmium Iulium”. De ahí que
a los habitantes de Almuñécar, se les llame Sexitanos.
Anteriormente, cuando en el siglo
III, llegan los romanos, se encuentran una ciudad bien estructurada, con una
pujante economía, basada en la salazón de pescado, fabricación de garum, una
moneda propia. La remodelan, construyendo templos, teatro y acueducto.
El nombre actual, proviene de los
árabes, que en el siglo VIII, la volvieron a reconstruir, llamándola
“Hisn-al-Monacar”, que significa “rodeada de montañas”.
En tiempos de Al-Ándalus, el
famoso viajero al-Idrisi, descubrió la ciudad, ya menciona las ruinas de
anteriores culturas.
Cuando en el año 755, llega a la península
Abderramán I, por las costas sexitanas, Almuñécar, pasó a formar parte de la Cora de Elvira, según la
administración musulmana. En ese momento, Almuñécar, era un punto fuerte en la
costa: un “hisn” o castillo, aunque no fue, hasta el siglo XI, no se puede
hablar de ella como ciudad o medina.
Producía caña de azúcar, plátanos,
pasas, cereales, todo tipo de frutas, y tenia abundante pesca. Disponía de
puerto, barrios extramuros y mezquita.
Durante el reino nazarí, perteneció
a la taifa de Granada, y era uno de los núcleos más importantes.
Tras la caída de Baza, en 1489,
la costa de Granada se rindió a las tropas castellanas, en diciembre de ese
mismo año, firmándose las capitulaciones en Almuñécar.
Del periodo fenicio, aun han
llegado a nuestros días, algunos restos, como son la fábrica de salazón de
pescado.
Ruinas en el Parque de El Majuelo
Aunque datan del siglo IV a. C., su mayor apogeo lo tuvieron en la
época romana, ya que para estos este producto era muy apreciado, así como el “garum”,
que era una especie de paté.
Estuvo en funcionamiento hasta el
siglo IV, d.C.
Restos Acueducto y termas
De la época romana, tenemos distintos
trozos del acueducto que traía el agua a la ciudad, como son los de la imagen,
dentro de la propia ciudad, además de otros fuera del casco urbano. Junto a los
restos, del acueducto, podemos ver los de las termas existentes junto a él.
Incluso esta fuente, en la zona
antigua de la ciudad, hoy sin agua, estaba alimentada por el acueducto.
Fuente zona antigua
Cueva de los Siete Palacios.
También podemos admirar las bóvedas
subterráneas Obra que realizaron los romanos, hace 2000 años, para nivelar el
terreno en la parte alta de la ciudad. Albergan la llamada Cueva de los Siete Palacios, en
donde podemos ver el Museo arqueológico de la ciudad, en el cual, además de
diversos hallazgos, podemos admirar su
principal objeto: un vaso cinerario, que perteneció al faraón Apofis I, construido
en mármol.
Mención especial, podemos darle
al Castillo de San Miguel, de origen árabe, delimitado por los restos del
recinto amurallado anterior al existente.
Castillo de San Miguel
El recinto exterior, atraviesa el
castillo árabe y fue realizado en el siglo XVI.
Esta situado en lo alto de un
cerro, y tiene un amplio foso, y tenía puente levadizo. Podemos observar
distintas torres, cada una de una forma.
La torre del Homenaje, esta
destruida, y en el interior del castillo, se guarda el Museo de la Ciudad.
Posteriormente, fue también reconstruido por los cristianos, una vez que Baza
cayó, y Almuñécar se rindió.
En la parte noroeste, podemos ver
una torre albarrana. El castillo, esta construido en piedra, y el ladrillo se
dejó para la construcción de las partes más importantes.
Otro edificio singular que podemos visitar, el Palacete de la Najarra.
Palacete de la Najarra
Construido en el siglo XIX, por José Rubio Osorio,
sobre una antigua casa árabe, guarda todas las partes típicas de este tipo de
construcciones, y tiene un patio con varias fuentes (que cosa más triste, una fuente
sin agua). En su interior está la oficina de Turismo, y en el patio, podemos
ver una casa andaluza, hecha a escala, lo que la hace parecer una casa de
muñecas.
Otro edificio interesante, es la iglesia de la Encarnación. Construida, entre 1595 y 1600, sobre el depósito de agua romano, fue diseñada por Juan de Herrera, si nuestro Juan de Herrera, artífice de El Escorial, aunque la torre se debe a Diego de Siloé.
Iglesia de la Encarnación.
TEXTO E IMÁGENES: José
Casado y Olga Pérez
DOCUMENTACION: Wikipedia,
Granadapedia, Almuñecar.Info