martes, 21 de junio de 2016

CHORRO DE NAVAFRIA (SEGOVIA)

Tras el fiasco al intentar llegar a Valverde los Arroyos, por la A-1 como decían algunas rutas, por Torrelaguna y Patones, porque incomprensiblemente el GPS me llevó hasta un pueblo llamado Tortuero, pero que al salir del pueblo, resulta que ya no hay carretera.

Así que tuve que elegir el plan B, y me dirigí a conocer El Chorro de Navafria, en Segovia. 
Por la carretera de Soria  a Segovia, desde el pueblo de Navafria, sale una carretera que va hasta La zona Recreativa Los Chorros. Es una zona entre el Arroyo del Chorro y el río Cega, con una zona de pic-nic, barbacoas y unas piscinas naturales, que todavía estaban cerradas, cuando estuve allí. Parece ser que abren a partir de mediados de Mayo.



Me llamó mucho la atención, la zona lúdica que tienen montada entre los arboles: plataformas, puentes, cuerdas, redes, tirolinas, etc., me recordaron el poblado de los Ewoks, en la Guerra de las Galaxias.


















Al chorro se llega enseguida, eso sí, andando cuesta arriba, pero entre árboles y junto al río, lo que nos deja la posibilidad de imágenes muy llamativas.



Una vez que llegamos al Chorro, nos encontramos con una caída de agua bastante espectacular. A la derecha hay además una escalinata rustica, pero accesible, que nos llevara hasta la zona alta, lo que nos da la posibilidad de ver y fotografiar desde arriba.

                                              





















TEXTO E IMÁGENES:   José Casado (JOSAMEZ)


martes, 14 de junio de 2016

LA DEHESA BOYAL (SAN SEBASTIAN DE LOS REYES-MADRID)

Este espacio, localizado al Norte de la Comunidad de Madrid, perteneciente al municipio de San Sebastián de los Reyes, tiene este título desde 1.493, que se la declaró “apta” para el ganado.
Hoy en día, se han prohibido varias actividades propias de una dehesa, como el carboneo, la recogida de setas y hongos, y prácticamente el pastoreo, aunque todavía hay algo de ganado lanar que pasa por allí.

Tiene una extensión de 233 hectáreas y una altitud máxima de 780 metros sobre el nivel del mar, que es también la máxima del municipio. Forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Tiene una gran riqueza tanto de flora como de fauna. Aunque es un encinar, al estar dividida por el arroyo Calverón, origina que haya otro ecosistema en la ribera del arroyo que, hoy en día, es estacional y solo lleva agua cuando llueve con fuerza.

Tenemos encinas, quejigos, arces de montpellier, chopos, sauces, así como varias especies de arbustos.

En cuanto a la fauna, hay también mucha variedad de insectos, mariposas. Anfibios, reptiles como la culebra de escalera, de la que vemos una imagen.



 También hay una gran variedad de aves: urracas, carboneros, búho chico, como el de la imagen.





Lavanderas, abubillas, como esta, fotografiada al borde del cauce del arroyo.



 Dada la cercanía con el Soto de Viñuelas, que es coto de caza, hay conejos, perdices....

Desde la entrada, que hay junto a la piscina, del polideportivo municipal, en cuyo parking podemos dejar el coche. Para este paseo, podemos andar por cualquiera de los caminos de encontraremos.


Podemos seguir la verja, que nos llevará a la orilla del arroyo, y continuar por su orilla, o subir hacia la parta alta, que nos llevará hasta la tapia de Coto de Viñuelas.

TEXTO E IMAGENES:   José Casado  (JOSAMEZ)

martes, 7 de junio de 2016

LA BERREA (EL PARDO-MADRID)

Durante el otoño, se produce la denominada “Berrea”. Es el periodo de celo de los cérvidos, y se caracteriza porque estos, abandonan su timidez habitual, y bajan, de lo más intrincados de las serranías, hasta las zonas bajas y abiertas, en donde se reúnen.
Aquí los machos, establecen su jerarquía territorial, y sobre as hembras, emitiendo los clásicos berridos característicos, teniendo que dirimir, en algunos casos, su supremacía frente a otros machos.

También es fácil ver, camadas de jabatos.

En este periodo, es fácil verlos a escasa distancia, y disfrutar de las imágenes. Para poder contemplar este espectáculo, lo normal es tener que viajar hasta las montañas, y tener suerte, o conocer el lugar en que se reúnen.


Pero resulta, que prácticamente dentro de Madrid, podemos de disfrutar de La Berrea, con solo acercarnos hasta El Pardo.


Cruzaremos el Puente de los Capuchinos, y veremos una senda que discurre, entre la margen derecha del Manzanares, en su sentido de marcha, y la valla del recinto cerrado de El Pardo.


Tras un recurrido de unos 3-4 kilómetros, llegamos a las zonas en donde vemos estas zonas bajas y abiertas, en donde lo normal es que los veamos a escasos metros.


TEXTO E IMÁGENES:   José Casado (JOSAMEZ)


jueves, 2 de junio de 2016

PUERTA DEL ZARZON-PUENTE DEL REY (CASA DE CAMPO-MADRID)

En 1769, se concluye la construcción del cerramiento de la finca de caza, que el rey Carlos III, encargó a Francisco Sabatini. El muro perimetral, construido en pedernal y ladrillo, tiene unos 15 kilómetros, y esta jalonado de puertas. 
Hoy proponemos este paseo de entre 5 y 6 kilómetros, según el recorrido, desde la Puerta del Zarzón, hasta el Puente del Rey.


La Puerta del zarzón, está situada junto a la Colonia de los Ángeles (Pozuelo), y a su lado se construyó también una reja, llamada Reja de Zarzón, para evitar la entrada a través del cauce del arroyo Meaques.


Ahora esta intubado, hasta una vez dentro del recinto. Es tributario de Manzanares, por su parte derecha, y nace el lugar llamado Ventorro del Cano, en Alcorcón.

Al poco de entrar en la Casa de Campo, encuentra su primer hito: el Puente de la Culebra.


Dentro del plan de mejoras y embellecimiento, acometido por Sabatini, por orden del rey, realizó una serie de obras hidráulicas.


El puente, construido en granito y ladrillo, recibe su nombre por su peculiar forma ondulante. Se hizo estrecho, para evitar el paso de carros y carruajes, y se construyó en 1782, y es el más bonito de los puentes existentes.


En la misma zona, encontramos la Fuente del Zarzón. Es la fuente más antigua del parque, ya que data de 1898. Se alimente de un antiguo manantial existente, y no está conectada al Canal de Isabel II.
Se restauró en los años cuarenta, debido al deterioro que sufrió, debido al uso intensivo, que tuvo durante la Guerra Civil.

Al poco de pasar el Puente de la Culebra, vemos restos de lo que fueron polvorines, que alimentaban las baterías de 150 m/m, que había en la zona, y que batían la zona sur de Madrid.


Seguimos por caminos y senderos, junto a arroyo Meaques, disfrutando de la exuberante vegetación de ribera, con fresnos de gran tamaño, y otros árboles.


Llegamos a la esquina del recinto de Zoo, en donde encontramos la única ermita que ha llegado hasta nuestros días, de las tres que originalmente existieron en el recinto: La Ermita de San Pedro, y que fue erigida por la devoción de los vecinos de los carabancheles, para la realización de romerías.


Junto a la ermita, está situado el Puente del Álamo Negro, que fue muy dañado por la riada de 1995, y su reconstrucción, no ha sido especialmente acertada. Tampoco tenía ningún rasgo singular.

Aquí podemos optar por dos caminos. Seguir derecho, pasando por la puerta del Zoo, o tomar el camino de la izquierda, que nos permite ver el delfinario, así como los recintos de los leones y los tigres (aunque solo les veamos estar durmiendo), pero tenemos una subida fuerte.


Una vez pasado el Zoo, llegamos al Puente de Hierro, por el que pasa el Anillo Verde, y que tampoco tiene nada de relevante.


Seguimos caminando por la zona de pinares, llamada de Las Siete Hermanas, y llegamos a la glorieta del mismo nombre, en donde podemos, ver a su derecha, una fuente construida en 1930, y el albergue Richard Schirrmann, creador de la Red Internacional de Albergues Juveniles.


Un poco más adelante, a la altura de la estación de Metro de Lago, el arroyo Meaques, vuelve a quedar intubado. Llegamos al lago, junto a la Plaza de los Patinadores, llamada así porque en su momento, allí existía un pequeño lago, que en invierno se helaba y permitía patinar sobre él.


Bordeamos el Lago, por la parte de los embarcaderos, en donde la gente puede alquilar una barca, y durante un rato, estar navegando por el lago. 


Nada mas pasarlo, podemos ver a nuestra derecha el Acueducto de Sabatini, ahora en restauración, y que fue la obra que permitía todo el desarrollo hidráulico del parque.


Al poco llegamos al palacete, que el rey Carlos II, compró a Iván de Vargas, patrono de San Isidro, para cuando venían de caza. Ahora está en periodo de restauración, y esperemos que no dure tanto como la de las Grutas de Felipe II, que me temo que están esperando a su total destrucción, para que la gente se olvide de ellas, y no pida su puesta en valor.


Salimos ya por la …….restaurada o desgraciada? Puerta del Rey, y desembocamos en el Puente del Rey, construido en 1829, dando por concluido nuestro paseo, muy recomendable, tanto en primavera, como en otoño.

TEXTO E IMÁGENES:  José Casado (JOSAMEZ)

DOCUMENTACION:   Consorcio de Transportes (Comunidad de Madrid), Wikipedia.