jueves, 2 de junio de 2016

PUERTA DEL ZARZON-PUENTE DEL REY (CASA DE CAMPO-MADRID)

En 1769, se concluye la construcción del cerramiento de la finca de caza, que el rey Carlos III, encargó a Francisco Sabatini. El muro perimetral, construido en pedernal y ladrillo, tiene unos 15 kilómetros, y esta jalonado de puertas. 
Hoy proponemos este paseo de entre 5 y 6 kilómetros, según el recorrido, desde la Puerta del Zarzón, hasta el Puente del Rey.


La Puerta del zarzón, está situada junto a la Colonia de los Ángeles (Pozuelo), y a su lado se construyó también una reja, llamada Reja de Zarzón, para evitar la entrada a través del cauce del arroyo Meaques.


Ahora esta intubado, hasta una vez dentro del recinto. Es tributario de Manzanares, por su parte derecha, y nace el lugar llamado Ventorro del Cano, en Alcorcón.

Al poco de entrar en la Casa de Campo, encuentra su primer hito: el Puente de la Culebra.


Dentro del plan de mejoras y embellecimiento, acometido por Sabatini, por orden del rey, realizó una serie de obras hidráulicas.


El puente, construido en granito y ladrillo, recibe su nombre por su peculiar forma ondulante. Se hizo estrecho, para evitar el paso de carros y carruajes, y se construyó en 1782, y es el más bonito de los puentes existentes.


En la misma zona, encontramos la Fuente del Zarzón. Es la fuente más antigua del parque, ya que data de 1898. Se alimente de un antiguo manantial existente, y no está conectada al Canal de Isabel II.
Se restauró en los años cuarenta, debido al deterioro que sufrió, debido al uso intensivo, que tuvo durante la Guerra Civil.

Al poco de pasar el Puente de la Culebra, vemos restos de lo que fueron polvorines, que alimentaban las baterías de 150 m/m, que había en la zona, y que batían la zona sur de Madrid.


Seguimos por caminos y senderos, junto a arroyo Meaques, disfrutando de la exuberante vegetación de ribera, con fresnos de gran tamaño, y otros árboles.


Llegamos a la esquina del recinto de Zoo, en donde encontramos la única ermita que ha llegado hasta nuestros días, de las tres que originalmente existieron en el recinto: La Ermita de San Pedro, y que fue erigida por la devoción de los vecinos de los carabancheles, para la realización de romerías.


Junto a la ermita, está situado el Puente del Álamo Negro, que fue muy dañado por la riada de 1995, y su reconstrucción, no ha sido especialmente acertada. Tampoco tenía ningún rasgo singular.

Aquí podemos optar por dos caminos. Seguir derecho, pasando por la puerta del Zoo, o tomar el camino de la izquierda, que nos permite ver el delfinario, así como los recintos de los leones y los tigres (aunque solo les veamos estar durmiendo), pero tenemos una subida fuerte.


Una vez pasado el Zoo, llegamos al Puente de Hierro, por el que pasa el Anillo Verde, y que tampoco tiene nada de relevante.


Seguimos caminando por la zona de pinares, llamada de Las Siete Hermanas, y llegamos a la glorieta del mismo nombre, en donde podemos, ver a su derecha, una fuente construida en 1930, y el albergue Richard Schirrmann, creador de la Red Internacional de Albergues Juveniles.


Un poco más adelante, a la altura de la estación de Metro de Lago, el arroyo Meaques, vuelve a quedar intubado. Llegamos al lago, junto a la Plaza de los Patinadores, llamada así porque en su momento, allí existía un pequeño lago, que en invierno se helaba y permitía patinar sobre él.


Bordeamos el Lago, por la parte de los embarcaderos, en donde la gente puede alquilar una barca, y durante un rato, estar navegando por el lago. 


Nada mas pasarlo, podemos ver a nuestra derecha el Acueducto de Sabatini, ahora en restauración, y que fue la obra que permitía todo el desarrollo hidráulico del parque.


Al poco llegamos al palacete, que el rey Carlos II, compró a Iván de Vargas, patrono de San Isidro, para cuando venían de caza. Ahora está en periodo de restauración, y esperemos que no dure tanto como la de las Grutas de Felipe II, que me temo que están esperando a su total destrucción, para que la gente se olvide de ellas, y no pida su puesta en valor.


Salimos ya por la …….restaurada o desgraciada? Puerta del Rey, y desembocamos en el Puente del Rey, construido en 1829, dando por concluido nuestro paseo, muy recomendable, tanto en primavera, como en otoño.

TEXTO E IMÁGENES:  José Casado (JOSAMEZ)

DOCUMENTACION:   Consorcio de Transportes (Comunidad de Madrid), Wikipedia.

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